Puebla, Pue.– El Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa condenó los recientes asesinatos de los periodistas Mauricio Cruz Solís en Michoacán y Patricia Ramírez González en Colima, considerando sus muertes como ejemplos de la alarmante violencia que enfrenta México, de la cual, Puebla no está exenta. Durante su mensaje en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo recordó también al joven Luis Ángel Hernández, quien fue encontrado sin vida en el río Atoyac, y pidió por su descanso eterno.
En su discurso, monseñor Sánchez Espinosa se dirigió a las autoridades y expresó que, aunque desde los gobiernos se afirma que hay paz social, la realidad que viven muchas familias mexicanas es otra, marcada por inseguridad y dolor. También lamentó el sufrimiento de las madres buscadoras que buscan a sus seres queridos desaparecidos en Puebla y otras partes del país.
El Arzobispo hizo un llamado urgente a Dios para recuperar la paz de tiempos pasados, recordando la importancia de atender el clamor de justicia y compasión de quienes sufren, en especial de los sectores más vulnerables de la sociedad, instando a no ignorar sus voces.
La muerte de Luis Ángel Hernández ha generado gran indignación, especialmente por los detalles del caso: crónicas policiacas señalaron que el joven fue golpeado en un bar antes de desaparecer el 17 de octubre y su cuerpo fue hallado el día 27. La Fiscalía informó que su fallecimiento fue causado por un traumatismo craneal.