Puebla, Pue.- A pesar de que han transcurrido ya varios años de su cierre por la pandemia de COVID 19, este monumento sigue sin poder abrir al público incrementando las deudas millonarias del estado por dicha atracción.
Y es que, en octubre del 2021, el ya fallecido gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, declaró que “para echar a andar la rueda” se requiere de una inversión de más de 100 millones de pesos, lo cual no significaba una prioridad para los poblanos en aquel entonces.
Asimismo, piezas de la atracción que fueron robadas ya han sido reemplazadas, sin embargo, la estructura posee una fractura que imposibilita su funcionamiento sin la ya mencionada inversión para su mantenimiento. Fue por esta razón que, en días siguientes a dichas declaraciones, se ordenó el cierre indefinido de la estrella ya que implicaba un riesgo para los poblanos.
¿Cuánto se está perdiendo?
Según informes, de los 400 millones de pesos, la atracción turística solo ha logrado recaudar 82.5 millones desde su primer año de funcionamiento en 2015, lo que refleja un 20% de su valor.
Aunado a esto, de la poca información que se ha dado a conocer, se sabe que la rueda representó un gasto en energía eléctrica de más de 2.5 millones de pesos en un lapso de 2 años. Y al estar fuera de servicio, los daños estructurales y los créditos sin pagar para lograr colocar este distintivo estatal siguen en aumento.
Ante esta situación, se propuso la iniciativa de concesionar la estrella, sin embargo, no ha habido ningún avance.
¿De qué sirve tenerla?
A pesar de no estar abierta para abordar al público y presentar las mejores vistas de la ciudad, la estrella sigue siendo un punto distintivo en el cual cientos de personas acuden a tomarse fotografías y a disfrutar de su majestuosidad, así como a pasar un buen rato en restaurantes, cafés y bares a su alrededor.