Tlaxcala, Tlax.- La Fiscalía General del Estado de Puebla, en colaboración con la Fiscalía de Tlaxcala, detuvo a Marilyn Cote, una abogada acusada de usurpación de profesión. La aprehensión tuvo lugar en Tlaxcala y marca el desenlace de una investigación que puso en evidencia el fraude de quien se hacía pasar por psiquiatra y psicóloga clínica durante años.
Un fraude de grandes proporciones
Cote, conocida por afirmar ser experta en desórdenes mentales, operaba con títulos y cédulas profesionales falsificados. En sus redes sociales y página web, presumía haber trabajado en el FBI de Quantico y aseguraba tratar la depresión y la ansiedad en tan solo siete días. Sin embargo, investigaciones revelaron que solo contaba con una licenciatura en Derecho y una maestría en Criminalística.
La falsa psiquiatra atendía pacientes en las Torres Médicas de Angelópolis y utilizaba una dirección en San Diego para reforzar su engaño. Prescribía medicamentos controlados, poniendo en riesgo la salud de cientos de personas.
Cómo se destapó el caso
El escándalo inició a principios de noviembre, cuando un médico denunció en redes sociales, a través de la cuenta “Charlatanes Médicos”, las actividades fraudulentas de Cote. Esto llevó a la clausura de su consultorio por parte de la Secretaría de Salud de Puebla, al descubrir que no contaba con los permisos ni credenciales necesarios.
A pesar de las pruebas presentadas en su contra, Cote intentó justificar su práctica profesional sin éxito. Para el 14 de noviembre, autoridades catearon su consultorio, encontrando documentos que reforzaron las denuncias de pacientes afectados desde 2019.
El impacto en la salud mental y legal
El caso de Marilyn Cote no solo resalta un problema de fraude profesional, sino que pone en evidencia la importancia de regular y vigilar a quienes ejercen en el ámbito de la salud mental. Pacientes diagnosticados y medicados por ella reportan afectaciones graves que aún se están evaluando.
Según el Código Penal de Puebla, la usurpación de profesión podría llevar a una condena de dos meses a dos años de prisión, pero las consecuencias para la salud pública son incalculables.
Reacciones de las autoridades
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el caso como un tema grave, afirmando que no solo es un fraude administrativo, sino un delito con impacto directo en la salud de las personas. Por su parte, Gilberto Higuera Bernal, fiscal de Puebla, confirmó que la investigación continuará para determinar la magnitud del daño causado por Cote.
Conclusión:
El caso de Marilyn Cote deja una lección sobre la necesidad de verificar las credenciales de los profesionales de la salud. Su detención marca el inicio de un proceso judicial que podría sentar precedentes para proteger a los pacientes en México.