Tlaxcala, Tlax.- Comprometido para garantizar y defender la democracia, hoy junto con las conciencias despiertas de Tlaxcala, alzamos la voz ante la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de aplazar la consulta sobre la revocación de mandato alegando falta de recursos.
La democracia no debe ser sometida a caprichos e intereses de unos cuantos; las élites ya no mandan, manda el pueblo el cual pide una democracia participativa y el órgano electoral está atentando contra los derechos políticos consagrados en la Constitución.
Que el INE abuse de su autoridad para coartar la libertad de los ciudadanos a ejercer la democracia demuestra que está a favor de las fuerzas políticas conservadoras; quiere asfixiar la democracia que empodera a la gente y debilita a las élites.
No es un tema de presupuesto como pretende justificar el órgano electoral, sino su actuar demuestra que son las élites quienes buscan continuar aferrándose a sus privilegios. No están acostumbradas a que mande el pueblo y en cambio, quieren seguir mandando y manipulando al
pueblo. Es una actitud irresponsable que dinamita la democracia participativa.
Con Morena, el pueblo manda y la revocación de mandato busca establecer el precedente histórico que el pueblo pone y el pueblo quita. El tema de fondo no es el presupuesto, sino aceptar que el pueblo es sabio y ya no se deja engañar; les molesta que el pueblo ejerza su derecho democrático y
que ellos tengan que aceptarlo.
El INE –a través de algunos de sus consejeros y amigos- solo promueve la democracia que le conviene olvidando que los derechos no son moneda de cambio. La revocación de mandato no se trata del presidente o de nuestro movimiento, sino de instaurar en el país un ejercicio de democracia
participativa.
La Suprema Corte de Justicia ya resolvió que el INE tiene que hacer los ajustes necesarios a su presupuesto para realizar la revocación del mandado; ahora le toca al INE acatarlo, le toca servir,
no servirse.
Somos más quienes queremos que en los ciudadanos recaiga la decisión de elegir y quitar al presidente porque unos de los objetivos de la Cuarta Transformación es darle el poder al pueblo de México y por ello, exhorto al órgano electoral para que reconsidere su postura recordándole vehementemente que su tarea es promover la democracia y no obstaculizarla.