Tlaxcala, Tlax.- La Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia en Apizaco se convirtió en un refugio espiritual para un grupo de peregrinos provenientes de Perote y Aldama, Veracruz. A bordo de bicicletas y portando imágenes y estatuillas de la Virgen de Guadalupe, los viajeros avanzan hacia la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México para conmemorar el Día de la Virgen el próximo 12 de diciembre.
Parada en Apizaco: descanso y reflexión
La parada en Apizaco tiene un significado profundo para los peregrinos, quienes aprovecharon para descansar, reflexionar y recibir la bendición en su travesía. “Es una experiencia única. Aunque el cansancio nos acompaña, la fe nos da fuerzas para seguir adelante”, mencionó uno de los participantes.
Apizaco: hospitalidad y fe
La Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, lugar de gran relevancia para los católicos en la región, fue testigo de momentos de oración y agradecimiento. Los habitantes de Apizaco ofrecieron hospitalidad, proporcionando alimentos y espacios para reponer energías.
La peregrinación: sacrificio y devoción
La peregrinación en bicicleta resalta el fervor guadalupano, una muestra de devoción y sacrificio. Aunque enfrentan retos como el frío y el cansancio, la fe mantiene a los peregrinos firmes en su propósito.
Orgullo y solidaridad en Apizaco
La comunidad de Apizaco expresó su orgullo por haber sido parte de este importante recorrido espiritual, reconociendo que esta tradición fortalece los lazos entre localidades y alimenta el espíritu colectivo de solidaridad y fe. Los peregrinos continúan su camino con la esperanza de llegar a la Basílica de Guadalupe para rendir homenaje a la Virgen el 12 de diciembre.