Tlaxcala, Tlax.- La diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Sandra Aguilar Vega, explicó su postura respecto a la glosa del tercer informe de gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros, gobernadora de Tlaxcala. Aguilar Vega optó por no solicitar la comparecencia de funcionarios estatales, argumentando que su enfoque está en la colaboración interinstitucional para promover la transparencia y la rendición de cuentas.
El enfoque colaborativo de la legisladora
Aguilar Vega destacó que su rol como oposición no necesariamente debe involucrar confrontación directa. En lugar de la tradicional solicitud de comparecencias, prefiere trabajar de manera conjunta con el gobierno para lograr un mejor desempeño en los temas prioritarios para los ciudadanos. Según la diputada, las comparecencias son solo ejercicios narrativos que no siempre ofrecen respuestas inmediatas y efectivas.
Críticas a la falta de fiscalización
Sin embargo, su postura ha generado dudas sobre la efectividad del Congreso local. Al renunciar a la fiscalización de los funcionarios estatales, se percibe que se debilita el sistema de contrapesos democráticos. En un contexto donde el Legislativo debería estar en constante scrutinio del Ejecutivo, surgen interrogantes sobre la autonomía de los actores políticos.
Desconfianza ciudadana ante la falta de exigencia de rendición de cuentas
A pesar de que Aguilar Vega niega estar alineada con las políticas del gobierno estatal, su posición podría interpretarse como un signo de complacencia o desinterés en exigir un ejercicio efectivo de rendición de cuentas. En un estado donde los retos en áreas como seguridad, salud y desarrollo social son evidentes, la ciudadanía podría sentir desconfianza ante la falta de cuestionamientos al gobierno.
La decisión de la diputada Sandra Aguilar Vega de priorizar la colaboración sobre la fiscalización genera un intenso debate sobre la función crítica del Congreso local y el futuro de la rendición de cuentas en Tlaxcala.