Tlaxcala se pone verde: ¡la revolución ambiental que nadie esperaba ya comenzó!

Uno de los mayores logros fue la creación de la Secretaría de Medio Ambiente (SMA) como una dependencia sólida y completa. Puede sonar simple, pero esto marca un cambio total en la forma en que el gobierno atiende los temas ecológicos. Además, nació el Instituto de Fauna Silvestre, único en todo México, centrado en la protección real de especies. A esto se suma la Coordinación de Bienestar Animal y nuevas leyes que refuerzan la conservación en el estado.

Infraestructura que ahora sí cuida el agua y los ecosistemas

En tema de agua, Tlaxcala también muestra resultados que antes parecían imposibles: 26 plantas tratadoras intervenidas, y 15 ya operadas directamente por el estado. Uno de los puntos más emocionantes es la recuperación de la laguna de Acuitlapilco, un ecosistema súper importante para la región.

Además, se impulsa el primer Programa de Ordenamiento Ecológico de la Subcuenca del Alto Atoyac, que involucra a 48 municipios, y se trabaja en actualizar el ordenamiento ecológico estatal después de 21 años sin cambios.

Tlaxcala también creó el primer Observatorio Ciudadano de Cambio Climático del país, reactivó el Sistema Estatal de Cambio Climático, y pronto dará a conocer herramientas clave como el Inventario de Gases de Efecto Invernadero y el Programa de Acción Climática. Todo esto coloca al estado a la vanguardia nacional.

Más inversión, investigación y participación ciudadana

El secretario destacó que Tlaxcala forma parte de pilotos nacionales sobre calidad del aire y contaminación de agua y suelo, además de modernizar la verificación vehicular e investigar las islas de calor urbanas en Zacatelco.

Con 14 millones de pesos estatales y más de 40 millones federales, se fortalecieron brigadas comunitarias para reforestación y prevención de incendios, y se elaboró el primer estudio de biodiversidad del estado.

Aquino afirmó que estos avances corrigen omisiones históricas y sientan la base de un modelo ambiental moderno, participativo y sustentado en ciencia, donde la gente también tiene voz.