El año pasado, un caso de maltrato animal contra decenas de perros indignó a vecinos del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, después que supuestamente un hombre por más de siete años capturó perros callejeros, engordó a algunos y se dedicó matarlos para vender la carne a locales de tacos en la zona.
Las imágenes de al menos tres casas ubicadas en la colonia Benito Juárez, del municipio de Nezahualcóyotl, dieron la vuelta a los medios nacionales y sitios de internet. Baños mugrosos, mal olor, según los testigos y autoridades, y decenas de jaulas con unos 70 perros en mal estado molestaron a la comunidad, que por años denunció que en esos inmuebles existía un matadero clandestino de perros que servía para abastecer taquerías.
Más allá de los mataderos clandestinos de perros y el maltrato animal, que es perseguido y penado por las autoridades del Estado de México de seis meses a cuatro años de prisión, según el artículo 235 Bis del Código Penal de esa región, buscamos en este artículo explicar si la carne de estos animales puede dañar la salud humana si se consume, ya sea en tacos o en otro preparado.
La ley mexiquense determina que el maltrato animal es un delito y se establece cuando se causen lesiones dolosas, se abandone y queden expuestos a riesgos que amenacen su integridad. Además, la Norma Oficial Mexicana explica que en nuestro país se regula el consumo de “animal o animales" y sentencia que la venta de carne de perro no está permitida. Dentro del listado de carnes que, únicamente, estarían avalados para su venta y consumo humanos son: bovinos, ovinos, caprinos, porcinos, aves domésticas, equinos, leporinos o cualquier otra especie silvestre no acuática.
Con este argumento, no fomentamos la creación de mataderos clandestinos, mucho menos la venta de carne de perro.
¿Hace daño comer carne de perro?
Paulina Bárcenas Cruz, médico veterinario Zootecnista, titulada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y dueña del prestigioso consultorio médico para mascotas, “Elite Pet Veterinaria”, aseguró que “la carne de perro no hace daño” para el consumo humano.
Bárcenas Cruz aclaró que si los perros son bien alimentados y tienen una vida de criadero como otras especies como los bovinos, ovinos, caprinos, porcinos, aves domésticas, equinos, leporinos o cualquier otra especie silvestre no acuática, que son comercializadas para el consumo humano, pueden sumar a la dieta diaria.
“Si están bien alimentados, es simplemente otra fuente más de proteína animal”, explica Bárcenas Cruz.
Las palabras de la médico Zootecnista suman a la normativa de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) donde se vuelve a confirmar que no está autorizada la matanza y venta de animales como lo es el perro, sin embargo, esto puede darse. Mucho incluso se ha destacado que podría suceder y podría darse de manera normal, siempre y cuando el animal en cuestión, es decir, el perro, se haya matado de manera higiénica y no esté enfermo, pero no es permitido en México. Esto a diferencia de otras naciones como Corea del Sur y China, donde existen festivales y está permitido matar perros para el consumo humano.
Otro factor que no avala el consumo de carne de perro en México, según la especialista Paulina Bárcenas Cruz, son los sentimientos que se imprime a estas mascotas a lo largo de la convivencia y por la cultura de verlos como “perrijos”.
“Aquí en México es un tabú por la cultura que tenemos y por la frase del perro es el mejor amigo del hombre”, aseguró Bárcenas Cruz.
“Suele ser hasta repulsivo pensar que pudiesen utilizar la carne para consumo humano en este país”, agregó.
¿A qué sabe la carne de perro?
Según testimonios recabados durante la creación de este artículo, las personas que han comido carne de perro en tacos o en otro preparado, y que se han percatado que son piezas de estos animales, sostienen que:
- El olor es fuerte, más que una pieza de res o cerdo.
- La textura es correosa ya sea “blanda o flexible”. Esto depende del tiempo en cocción de la carne.
- En los trozos de carne escurre mucha grasa y son difíciles de masticar.
- La carne se pega a la tortilla, papel u objeto donde fue servido.
Todos estos testimonios dejan ver que la carne de perro mal preparada y previamente llena de abusos físicos y alimenticios para el animal, por parte de personas abusivas que crean mataderos clandestinos, hacen que no sea recomendable comer. Ante esto, la autoridad mexicana solicita a la población denunciar inmediatamente si algún local, restaurante, taquería o persona que esté vendiendo este tipo de carne para evitar una emergencia sanitaria.