Recientemente se ha descubierto que una formación rocosa menos densa en el manto superior terrestre, situada bajo el Océano Índico, parece ser responsable de la disminución de la gravedad en esta región.
Además de su apariencia desde el espacio, la Tierra en realidad exhibe una configuración irregular que se asemeja a una papa con numerosas protuberancias. Esta peculiaridad se debe a deformaciones internas, una gravedad no uniforme generada por la distribución desigual de la masa y la presencia ocasional de montañas y valles originados por los movimientos de las placas tectónicas.
Con aproximadamente tres cuartas partes de la superficie terrestre cubiertas por océanos, estas deformaciones también desempeñan un papel crucial en su configuración. Si se descartan las influencias de las mareas y las corrientes marinas, los océanos adoptarían una forma suavemente ondulada conocida como geoide. En esta forma, se elevarían en áreas de mayor gravedad y se sumergirían en las zonas de menor gravedad, creando lo que se conoce como "anomalías geoidales".
¿Qué es el IOGL y por qué se formó?
En las profundidades de la Tierra, la distribución desigual de masa es la responsable de las variaciones en la gravedad. Una de estas zonas con baja gravedad se localiza al sur de la península de la India y es conocida como el Bajo Geoide del Océano Índico (IOGL por sus siglas en inglés). Esta amplia área geoide se extiende hacia el sur del subcontinente indio y se caracteriza por una marcada depresión de aproximadamente 106 metros, ubicada al sur de Sri Lanka.
Durante décadas, los científicos han estado perplejos por esta notable depresión en la superficie oceánica. Sin embargo, se ha descubierto que su formación se debe a la subducción en el límite entre el manto inferior y el núcleo. Estas subducciones, conocidas como plumas, incluyen la Pluma del África y la Pluma de la Isla Reunión, y han tenido un impacto significativo en la formación de nuevos volcanes y estructuras geológicas.
¿Qué hay en el centro de la Tierra?
En el centro de la Tierra se encuentra el núcleo, una región extremadamente caliente y sometida a una presión extrema. El núcleo está compuesto principalmente por hierro y níquel, y se divide en dos partes distintas: el núcleo externo y el núcleo interno.
El núcleo externo es una capa líquida de metales fundidos en constante movimiento. Esta región es responsable de generar el campo magnético de la Tierra a través del efecto dinamo, que es el resultado de las corrientes eléctricas generadas por el movimiento del metal líquido en el núcleo externo.
En el núcleo interno, en cambio, las altas presiones hacen que el hierro se encuentre en un estado sólido, a pesar de las altas temperaturas. Se cree que el núcleo interno sólido gira ligeramente más rápido que el resto de la Tierra, lo que contribuye a la generación del campo magnético.