João Pimenta da Silva, un hombre de 71 años, de la ciudad de Ipatinga, en Minas Gerais, en Brasil, murió tras caer en un pozo de 40 metros de profundidad que había excavado en el interior de su cocina.
El brasileño perdió el equilibrio y cayó al túnel de 40 metros que él mismo había excavado dentro de su casa mientras buscaba un tesoro.
De acuerdo con vecinos del ahora fallecido, João tuvo un sueño, el cual describió como “profético”, hace más de un año en el que se le reveló que debajo de su cocina había oro y desde entonces se dedicó a la búsqueda de tal tesoro.
Supuestamente el hombre intentó convencer a sus vecinos para que lo ayudarán con la excavación en su casa, sin embargo, ellos intentaron detenerlo explicando los peligros que existen al cavar un hoyo tan hondo, pero él persistió.
Debido a que sus vecinos se negaron a ayudarlo, el hombre contrató a ayudantes, a quienes inicialmente les comenzó pagando 70 reales brasileños al día, pero la tarifa fue aumentando conforme el hoyo se extendía.
Fue el pasado 5 de enero cuando la búsqueda del tesoro del hombre brasileño llegó a su fin, pues cayó desde una plataforma de madera que tenía instalada cerca de la cima del pozo, mientras salía de este mismo.
Em Ipatinga, um idoso de 71 anos cavou um buraco com cerca de 40 metros de profundidade na cozinha de sua residência, ele acabou caindo dentro do mesmo, vindo à óbito.
— Bombeiros_MG (@Bombeiros_MG) January 5, 2024
Segundo relatos de testemunhas, a vítima teve em um sonho a “revelação” de que haveria ouro debaixo de sua casa. pic.twitter.com/DALoZ3zYEG
Un amigo de João intentó evitar su caída, pero no tuvo éxito. El Departamento de Bomberos de Ipatinga extrajo el cuerpo del hombre, ya sin vida, al final del túnel.
El túnel que el hombre había construido tenía un metro de diámetro y 40 de altura, es decir lo equivalente a un edificio de 12 pisos.
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