La construcción de tres gasoductos en Chiapas ha sido poco transparente, pues se ha entregado poca o nula información a la población en las zonas de paso, de acuerdo con Fermín Ledesma, especialista en Desarrollo Rural y representante de comunidades indígenas.
El primero es el gasoducto Cuxtal-Mayakán, que comprende la construcción de 16 kilómetros de líneas para transportar 240 millones de pies cúbicos diarios de gas, a cargo de la francesa Engie, que permitirán conectar al Sistema Nacional de Gasoductos con la Península de Yucatán.
Esta obra tiene por objetivo el abasto de combustible para el funcionamiento de la infraestructura turística del Tren Maya, “por eso era la urgencia de licitarlo… Los pobladores de las zonas donde está programado el paso de los gasoductos, no están informados de sus alcances e impactos”, dijo el experto.
Otro gasoducto que está programado para construirse en Chiapas es el Proyecto Integral Cactus-Sitio Grande, que comprende 17 líneas de transmisión para conectar pozos ubicados en la zona norte del estado, con Macuspana en Tabasco; así como la modernización de pozos petroleros.
En este proyecto no se le ha dado información a la población de la zona, y en el Manifiesto de Impacto Ambiental no especifica dónde estará el paso específico de los tramos del gasoducto.
“Nadie en la región afectada, conoce el estatus actual de la obra”, lo que se sabe, explicó Ledesma, es que la obra está programada para culminarse antes de 2024.
El tercer gasoducto que la administración de Andrés Manuel López Obrador planea construir en Chiapas, es el tramo de 400 kilómetros que va de Salina Cruz, Oaxaca, a Tapachula, Chiapas.
Sobre esta obra, el Centro Nacional de Gas (Cenagas) llevó a cabo, en octubre de 2019, una “consulta pública” que se celebró en un hotel de la capital de Chiapas, donde los invitados fueron empresarios, a quienes les presentaron el proyecto para ver si les interesaba invertir, según Ledesma.
Te podría interesar: