Guerrero.- Los niños indígenas de la comunidad Ayahualtempa que fueron armados contra la inseguridad en 2020, siguen esperando que el presidente Andrés Manuel López Obrador cumpla su promesa de impulsar la educación para cambiar las armas por los libros en esta zona de los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera, Guerrero.
Este miércoles, más de 60 alumnos de la telesecundaria Independencia de México, las tres docentes y el director encabezaron una marcha en esta comunidad nahua para denunciar que a más de dos años que el Gobierno Federal les prometió escuelas, becas y centros de salud, ninguna de estas obras se ha hecho realidad.
Los 60 niños de la telesecundaria de nueva creación, comenzaron a ir a la escuela en septiembre de 2022, después de sus padres le tomaron la palabra al Presidente de que dejaran de armar a los menores en la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC).
El predio que donó la comunidad para la construcción de la escuela telesecundaria se usa para las clases al aire libre, bajo un árbol se colocan piedras que se usan como sillas y cajas de madera como escritorio. La sombra de los árboles es el único techo que los cubre del sol.
Los maestros y alumnos de la telesecundaria Independencia no tienen pizarrones, tampoco plumones, ni televisores ni computadoras.
Este miércoles, los niños tuvieron una hora de clases para exhibir la forma que estudian desde septiembre pasado.
Después de la clase, los niños acompañados de sus padres y la Policía Comunitaria marcharon con pancartas para exigirle al presidente López Obrador cumpla su promesa y les construya las aulas.
En el mitin, recordaron que Ayahualtempa fue una comunidad que se dio a conocer por haber armado a 19 niños dentro de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en junio de 2019, pero fue en 2020 que los niños armados fueron presentados como integrantes de la autodefensa por lo que, en 2021, las autoridades estatales y federales firmaron minutas donde se comprometieron a llevar a cabo distintas actividades y cumplir demandas para que se desistiera en armar a los menores.
Sin embargo, a cuatro años, aún hay demandas pendientes, sobre todo las que tienen que ver con temas educativos.