El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, amenazó hoy con dejar sin comer a los pandilleros presos en las cárceles del país, aludiendo a una supuesta advertencia de los delincuentes que andan libres.
En un mensaje, Bukele dijo que quería enviar un mensaje a los criminales. “No a los que están adentro, porque a esos les quitamos la televisión desde 2019, sino a los que están afuera”.
MENSAJE A LOS CRIMINALES: pic.twitter.com/mKJXnqGWfi
— Nayib Bukele (@nayibbukele) April 5, 2022
Según el mandatario, circulan versiones de que las maras buscan vengarse de la ola de detenciones de pandilleros emprendida por Bukele para enfrentar la violencia criminal que azotó El Salvador en los últimos días.
“Por ahí andan rumores de que quieren vengarse de la gente honrada, al azar. Hagan eso y no va a haber un tiempo de comida en las cárceles. A ver cuánto duran sus home boys allá adentro. Les juro por Dios que no comen un arroz”, advirtió el mandatario.
Sobre lo que puedan decir organismos internacionales, que ya han alertado de posibles abusos a los derechos humanos, Bukele espetó: “No me importa lo que digan… que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a esos pandilleros, si tanto los quieren. Se los entregamos todos, al 2x1”.
Arrestan a más de 10 mil pandilleros
Luego, insistió: “Ustedes -los delincuentes que andan libres- desatan una ola de criminalidad y nosotros quitamos la comida en las cárceles”.
Subrayó que además de los 17 mil pandilleros que ya estaban presos, desde que decretó estado de excepción, hace poco más de una semana, “están también los seis mil que hemos arrestado en estos 9 días. Y también van a estar allí, cuando los arrestemos. Y ahí no van a tener comida, tampoco”.
El Congreso suspendió, a petición del presidente Bukele y sin ningún estudio o discusión, varios derechos constitucionales, entre ellos el de la defensa e inviolabilidad de las telecomunicaciones como parte del estado de excepción.
El gobierno ha realizado masivas detenciones de supuestos pandilleros, en lo que ha denominado una “guerra contra las pandillas”, como lo hicieron sus antecesores.