Este sábado el gobernador de Guayas Pablo Aresomena confirmó, en conferencia de prensa, que tras los incidentes que iniciaron la noche de este viernes dentro de la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, 58 presos murieron y otros 12 resultaron heridos y están siendo atendidos en centros médicos, según el informe preliminar.
"Al estar el pabellón 2 sin cabecilla, otros PPL pretendían doblegarlos. Más de 700 personas estaban en ese pabellón. El sistema de iluminación fue destruido. No sólo usaron armas y detonaciones, también trataron de asfixiarlos, quemando colchones y más", detalló el gobernador.
Aresomena dijo que los familiares de las víctimas ya fueron avisados de los hechos.
La comandante de la Policía, Tannya Varela, dijo en la conferencia que el pabellón dos se encuentra intervenido por las autoridades para recuperar la tranquilidad y seguridad.
Policía había activado protocolo para intervenir
La Policía de Ecuador informó la noche de este viernes que activó un protocolo de seguridad para permitir el ingreso de sus equipos especiales a la Penitenciaría del Litoral para lograr el “control y restablecimiento del orden” ante la alerta de nuevos incidentes y posibles enfrentamientos entre reclusos.
La Agencia de Tránsito de la provincia de Guayas informó el cierre de la vía Daule que está ubicada frente a la Penitenciaría. La situación obligó a cerrar al tránsito vehicular en esta vía ubicada a las afueras de Guayaquil.
Algunos familiares de los reos se acercaron a las afueras de la Penitenciaría para pedir información y conocer el estado de sus familiares.
Moradores de los alrededores de la Penitenciaría reportaron disparos durante la tarde y noche de este viernes, lo que alertó a la Policía y provocó su intervención.
Más temprano, la Policía informó que detuvo a tres reclusos que intentaban ingresar artículos prohibidos a la Penitenciaría como 2 fusiles, 5 pistolas y 27 bultos con municiones y explosivos.
El sistema penitenciario en Ecuador enfrenta un estado de excepción desde el 29 de septiembre debido a la escalada de violencia dentro y fuera de las cárceles.