Las autoridades iraníes ordenaron este sábado el cierre de toda actividad económica no esencial por seis días en todo el país para intentar contener el aumento de los contagios y muertes por la covid-19 que se han disparado en las ultimas semanas.
El viceministro de Salud, Alireza Raisí, dijo hoy que a partir del lunes hasta el final de la jornada laboral del sábado 21 de agosto todos los oficios incluido los bancos deben estar cerrados, excepto los trabajos esenciales como las oficinas de luz, agua, emergencia y policía entre otros, informó la agencia local iraní de noticias ISNA.
Asimismo a partir de mañana y durante dos semanas, hasta el final de la jornada laboral del viernes 27 de agosto, estará prohibido el desplazamiento de coches en las carreteras interprovinciales, salvo excepciones como ambulancias y camiones de transporte de comidas, indicó Raisí.
Las autoridades del país teocrático no han cancelado las importantes ceremonias religiosas multitudinarias en Irán del mes de Muharram que sus días principales serán este miércoles y jueves, pero hoy han determinado algunas restricciones al respecto.
Raisí afirmó que "está prohibido que las ceremonias de luto se lleven a cabo en espacios cerrados" y que "no debe haber procesiones".
La quinta oleada de la covid-19 ha golpeado duramente a Irán, donde a causa de ello en las ultimas 24 horas 466 personas han perdido la vida y 29.700 se han contagiado.
Desde el inicio de la pandemia, un total de 97.208 personas han perdido la vida y más de 4,3 millones se han contagiado.
La campaña de vacunación ha mejorado en este último mes pero sigue siendo bastante lenta y por el momento menos de 15 millones de personas de una población superior a los 80 millones ha recibido una primera dosis.
El presidente iraní, Ebrahim Raisí, informó hoy que "se ha hecho "definitivo la importación de 30 millones de dosis" de vacunas contra el coronavirus aunque destacó que en opinión de los expertos para el control de la inapropiada prevalencia de la enfermedad "es necesario importar otras 60 millones de dosis".
El pasado miércoles el líder supremo iraní, Ali Jameneí, había destacado al coronavirus como "el primer y más urgente problema del país" y ordenado que "la vacuna, ya sea mediante la importación o la producción nacional, debe suministrarse con un doble esfuerzo y de cualquier forma posible a todas las personas".
Recientemente, de modo general, han sido convocados los mayores de 53 años, aunque algunas provincias van más adelantadas y ya están vacunando a partir de los 43 años.
La china Sinopharm, la rusa Sputnik V y la británica-sueca AstraZeneca son las principales vacunas empleadas en la campaña de inmunización en Irán, donde también se está produciendo un suero local llamado COVIRAN Barekat y se va a fabricar el fármaco ruso y el cubano Soberana 02.