Las autoridades sanitarias de Estados Unidos se plantean recomendar a las personas vacunadas contra el covid-19 que vuelvan a utilizar el cubrebocas, ante un aumento de contagios que está llevando al país "en la dirección equivocada".
Así lo indicó el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, tres días después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) aseguraran que, por el momento, no había ningún cambio en su política sobre el uso del cubrebocas. "Eso se está considerando activamente", dijo Fauci en entrevista a medios locales, al ser preguntado si el gobierno podría volver a recomendar que los vacunados utilicen cubrebocas, especialmente en interiores.
El posible cambio en las directrices federales no implicaría un mandato a nivel nacional, puesto que las emitidas por los CDC siempre han sido recomendaciones, aunque influyen en las decisiones de las autoridades de cada estado y localidad del país. Así, Fauci confirmó la información, difundida por varios medios, sobre que Estados Unidos estaba planteando cambiar sus políticas sobre el uso del cubrebocas. El jueves, todavía se trataba el tema como un rumor, cuando la directora de los CDC, Rochelle Walensky, trató de minimizarlo al asegurar que no había cambios en este aspecto por el momento.
El principal epidemiólogo del país, que también es asesor del presidente Joe Biden, dijo que él forma parte de las deliberaciones sobre si cambiar o no las recomendaciones federales. A mediados de mayo, a medida que avanzaba la campaña de vacunación en Estados Unidos, los CDC cambiaron sus directrices y recomendaron que quienes tuvieran el esquema completo de vacunación podían estar sin cubrebocas la mayor parte del tiempo, incluso en interiores. A finales de junio, ante la expansión de la variante Delta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió que los vacunados deberían seguir llevando cubrebocas, sobre todo si se encontraban en zonas con una gran incidencia de contagios, pero Estados Unidos mantuvo sus directrices. Esta semana, los CDC reconocieron que la variante delta supone ya al menos el 83 por ciento de los casos de covid-19 secuenciados en Estados Unidos, algo que en la última semana ha generado un aumento de los contagios en el 90 por ciento de las jurisdicciones (estados, localidades y territorios) del país.
En la última semana, los contagios han subido casi un 47 por ciento en aquel país y los ingresos hospitalarios por la enfermedad han aumentado el 32 por ciento, mientras la vacunación sigue prácticamente estancada, con apenas el 57 por ciento de los mayores de 12 años completamente vacunados, según los CDC. "Estamos avanzando en la dirección equivocada", lamentó Fauci.
Añadió que es "un problema" que "el 50 por ciento de la población" total del país no esté vacunada, e insistió en que la inmensa mayoría de los casos y hospitalizaciones se dan entre quienes no están inmunizados, por lo que el gobierno les está "prácticamente suplicando" que se vacunen. Esa situación parece haber erosionado la confianza de algunos estadunidenses en la gestión de Biden: en marzo, el 72 por ciento de los ciudadanos aprobaban su manejo de la pandemia, un porcentaje que ha bajado ahora al 63 por ciento, según una encuesta publicada por un medio local. Además, el 55 por ciento de los estadunidenses aseguran ser pesimistas sobre el rumbo que lleva el país, casi un 20 por ciento más de los que opinaban lo mismo en mayo, de acuerdo con el mismo sondeo.
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