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Harvey Weinstein: condenan al productor de Hollywood a 23 años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales en un caso clave para el movimiento #MeToo

Después de que el pasado 24 de febrero Harvey Weinstein, el poderoso productor de cine, fuera declarado culpable de violación y abuso sexual, este miércoles había expectación por conocer la sentencia.

El juez de la Corte Suprema de Nueva York James Burke condenó a Weinstein a 23 años de prisión por los casos de Miriam Haley, una exasistente de producción de televisión que aseguró que Weinstein la forzó a tener sexo oral en su apartamento de Nueva York en 2006; y Jessica Mann, una exactriz que afirma que la violó en una habitación de hotel del centro de Manhattan en 2013.

La sentencia impuesta por el juez Burke es cercana al máximo previsto, 29 años, por lo que se considera severa.

"Estoy completamente confundido", dijo Weinstein este miércoles en la corte antes de oír su condena. "Siento remordimiento por todos los hombres que están atravesando esta pelea. Fui el primer ejemplo y ahora hay miles de hombres acusados. Estoy preocupado por este país".

Weinstein tiene 67 años y una salud física deteriorada.

Durante todo el proceso, el productor, que todavía enfrenta acusaciones en Los Ángeles por presuntas violación y agresión sexual a dos mujeres en 2013, negó los cargos en su contra y aseguró que se trató de "relaciones consentidas".

Sobre el juicio

El proceso judicial contra Weinstein comenzó en Nueva York el 6 de enero y se extendió por casi dos meses.

Haley aseguró que Weinstein la forzó a tener sexo oral en su apartamento de Nueva York en 2006; y Mann afirmó que la violó en una habitación de hotel del centro de Manhattan en 2013.

Antes de la condena, Haley dijo que el abuso la había herido "mental y emocionalmente de manera profunda, tal vez para siempre".

Agregó que Weinstein "parecía completamente desconectado de la gravedad del crimen que había cometido" contra ella.

Mientras tanto, Mann dijo que estaba "forzada a cargar con esa experiencia hasta la muerte".

"Quiero recordarles que le dije a Harvey 'no'", dijo.

Durante el juicio, tanto Mann como Haley reconocieron que continuaron viendo al acusado después de los asaltos y luego tuvieron relaciones sexuales consensuadas con él, lo que en un inicio complicó los argumentos de los fiscales.

Pero al mismo tiempo, estos retrataron a Weinstein como un depredador en serie que había usado su posición de poder en Hollywood para manipular y atacar violentamente a las mujeres.

La fiscal adjunta de distrito de Manhattan, Meghan Hast, consideró que el acusado no era solo "un titán en Hollywood", sino también "un violador".

La defensa, por su parte, sugirió que las acusadoras provenían de "actrices descontentas".

Ante la condena, sus abogados dijeron que "la historia de su vida, sus logros y sus luchas son simplemente notables y no deben ser ignorados en su totalidad debido al veredicto del jurado".

Como productor, Weinstein ganó el Oscar a mejor película en 1999 por Shakespeare in Love ("Shakespeare enamorado") y estuvo detrás de otras películas como Pulp Fiction, The English Patient ("El paciente inglés") y Gangs of New York ("Pandillas de Nueva York").

Sin embargo, Silence Breakers, un grupo que reúne a varias de las mujeres que lo han acusado, dijo que "el legado de Harvey Weinstein siempre será que es un violador convicto".

"Va a ir preso, pero ninguna cantidad de tiempo en la cárcel reparará las vidas que arruinó, las carreras que destruyó o el daño que ha causado", añadió la organización en un comunicado.

#MeToo

Más de 80 mujeres, incluidas actrices famosas, han acusado a Weinstein de conducta sexual inapropiada desde hace décadas.

Pero el caso explotó cuando en octubre de 2017 el periódico estadounidense The New York Times publicó un extenso reportaje en el que se detallaban acusaciones contra Weinstein que se remontaban a décadas atrás.

Las actrices Rose McGowan y Ashley Judd fueron dos de las mujeres que alzaron la voz contra el magnate desde entonces y muchas otras se unieron después.

El escándalo por las acusaciones contra Weinstein derivó en un movimiento global en el que miles de mujeres de todo el mundo denunciaron situaciones de abuso y acoso sexual bajo la etiqueta #MeToo ("Yo también").

 

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