Seychelles, el país que ha vacunado a la mayor proporción de su población contra el coronavirus, dijo que, hasta la semana del 7 de mayo, los casos activos de la enfermedad se habían duplicado con creces.
Este lunes, el Ministerio de Salud del archipiélago frente a la costa este de África dijo en un comunicado que actualmente el número de casos activos de COVID-19 es de 2 mil 486 y que 37 por ciento de estos habían recibido ya dos dosis de vacuna contra el virus. Una semana antes, el número de casos activos era de mil 68.
En la localidad, a 57 por ciento de los que estaban completamente inoculados se les administró la vacuna Sinopharm y al resto la versión Covishield, una vacuna fabricada en India con licencia de AstraZeneca.
Las Seychelles, un grupo de islas tropicales bordeadas de palmeras, impuso la semana pasada restricciones que incluyen el cierre de escuelas, la cancelación de eventos deportivos y restricciones de movilidad, medidas que se vieron por última vez en diciembre.
El país se había apresurado a vacunar a su población de poco menos de 100 mil habitantes, primero con una donación de dosis de Sinopharm y luego con un obsequio de inyecciones de Covishield, para poder reabrirse a los turistas que son el sustento de su economía.
Daniel Lucey, profesor clínico de medicina en la Facultad de Medicina de Dartmouth Geisel, dijo en un blog la semana pasada que los datos sobre secuenciación genética aún no están disponibles para las infecciones en Seychelles en abril.
Aún así, la variante B.1.351, identificada por primera vez en Sudáfrica a fines del año pasado, se encontró en las Seychelles en febrero, señaló.
En un estudio, la vacuna de AstraZeneca pareció ser menos efectiva contra esa variante, por lo que Sudáfrica detuvo los planes para usarla.
La comparación entre Sinopharm, Covishield y personas infectadas no vacunadas podría hacerse usando secuenciación genética y datos sobre la gravedad de sus infecciones, agregó Lucey.