Un avión militar estadounidense se ha estrellado este lunes en una zona montañosa de la provincia afgana de Ghazni, a un centenar de kilómetros al sur de Kabul.
Los talibanes, activos en esa área, se han atribuido su derribo.
Sonny Leggett, el portavoz de las fuerzas militares estadounidenses en Afganistán, confirmó que un aparato estadounidense se había estrellado en el país asiático a través de su cuenta de Twitter, pero aclaró que "no hay indicios de que el accidente haya sido causado por fuego enemigo". Por su parte, el jefe del Pentágono, Mark Esper, se limtó a decir en una rueda de prensa que "los hechos se están investigando".
“Un avión especial de los ocupantes estadounidenses en misión de espionaje ha sido derribado en el distrito de Deh Yak de la provincia de Ghazni. Toda la tripulación, incluidos varios oficiales de alto rango de la CIA han resultado muertos”, afirma un comunicado difundido por el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid. El comunicado no dice cómo lo han derribado. Según funcionarios de Defensa estadounidense, citados desde el anonimato por Reuters, los pasajeros no llegaban a diez.
"Un Bombardier E-11A se estrelló hoy (lunes) en la provincia de Ghazni, Afganistán. Si bien la causa del accidente está bajo investigación, no hay indicios de que el accidente haya sido causado por fuego enemigo. Proporcionaremos información adicional a medida que esté disponible", tuiteó el coronel Leggett. También agregó que la información revelada por los talibanes de que otros aviones militares han sido derribados "es falsa".
Los insurgentes, que combaten la presencia de tropas extranjeras desde que Estados Unidos derribó al régimen talibán en 2001, suelen exagerar tanto el alcance de sus operaciones como el número de sus víctimas. A pesar de que desde 2018 negocia con Washington un acuerdo para la retirada de sus soldados, sigue manteniendo la presión sobre el terreno tanto para reforzar sus bazas como para evitar que los críticos se pasen al Estado Islámico.
Un funcionario del Ministerio de Defensa afgano, que investiga lo ocurrido, ha desmentido que ningún alto oficial estadounidense haya muerto en el accidente, según Reuters, pero no ha explicado cómo lo ha sabido ni cuántos pasajeros viajaban en el avión. Ese departamento ha despachado un convoy de fuerzas especiales a esa zona, según informa la cadena de televisión ToloTV.
Imágenes supuestamente obtenidas en el lugar del siniestro y difundidas en las redes sociales muestra restos de un Bombardier E-11A. Pero no son los únicos. Debido a la inseguridad reinante, son numerosas las organizaciones privadas que utilizan pequeños aviones y helicópteros para mover por el país a sus empleados sean contratistas militares o trabajadores humanitarios.
Tres funcionarios del Gobierno afgano declararon en un primer momento que la aeronave pertenecía a la aerolínea estatal Ariana. La compañía desmintió de inmediato que ninguno de sus aparatos hubiera sufrido un accidente a través de su perfil de Facebook. "Un avión se ha estrellado hoy, pero no pertenece a Ariana. Los dos vuelos de la aerolínea fletados hoy, entre Herat y Kabul y entre Herat y Delhi, están seguros", ha explicado, por su parte, el presidente interino de la compañía, Mirwais Mirzakwal.