Por: Cortesía

Internacional

Rusia ha perdido al menos al 50% de sus tropas que combaten en la región de Lugansk

El Ejército ruso ha sufrido “pérdidas significativas” en la ciudad de Popasna, en el sureste de Ucrania, según el último parte del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Esas pérdidas alcanzan al menos al 50% de los efectivos rusos que combaten en esa urbe de la región de Lugansk, de acuerdo con el parte castrense publicado en Facebook, que añade que continúa la batalla también en el centro de la ciudad oriental de Severodonetsk.

En esa zona, las tropas rusas siguen disparando contra las posiciones ucranianas e infraestructuras civiles, y los aviones de asalto lanzaron ataques aéreos.

Kiev destaca asimismo que persiste la amenaza de ataques con misiles desde el territorio de Bielorrusia y que los invasores mantienen su ofensiva con artillería en la región de Donetsk.

En esa región, en dirección a la ciudad de Lyman, los invasores rusos abrieron fuego contra instalaciones de infraestructura civil cerca de localidades como Yarova, Shchurove, Staryi Karavan y Raihorodok.

Las tropas rusas, añade el parte, tienen la moral baja debido al constante aplazamiento de su rotación, lo que ha provocado que muchos soldados rusos se niegan a participar en las hostilidades.

En las últimas 24 horas, el ejército ucraniano rechazó cinco ataques enemigos en las direcciones de Donetsk y Lugansk, y destruyó cinco tanques rusos, tres sistemas de artillería y dos vehículos blindados de combate.

Las unidades de defensa antiaérea de Ucrania derribaron además tres vehículos aéreos no tripulados.

100 DÍAS DE GUERRA

Pese a la destrucción causada a su paso, las tropas del Kremlin han debido retroceder en su avance sobre Ucrania. Ahora se concentran en la región oriental del Donbas y la estratégica ciudad de Severodonetsk, cercanas a las zonas prorrusas.

Desde el 24 de febrero, los rusos han avanzado en el este y en el sur, sobre todo a lo largo del litoral del mar Negro y del mar de Azov, y ya controlan un corredor costero estratégico que conecta el suroeste de Rusia con Crimea.

El balance de los ataques incluye más de 4.000 civiles muertos y por lo menos ocho millones de desplazados, según cifras de la ONU. También se cuentan ataques y saqueos a centros religiosos, culturales y educativos.

Justo antes de llegar a los cien días de este conflicto, que va para largo según los países occidentales, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky reconoció que las tropas invasoras controlan un 20% de su territorio.

Si antes de la guerra, las fuerzas rusas o prorrusas controlaban 43.000 km2 del país, incluyendo la península de Crimea y un tercio del Donbas, ahora retienen casi 125.000 km2, reconoció ante el Parlamento de Luxemburgo.