El presidente Donald Trump ya no es considerado un riesgo de transmisión del COVID-19 para otros y ha cumplido con los criterios para la interrupción segura del aislamiento, explicó el médico de la Casa Blanca, Sean Conley.
Trump ha estado libre de fiebre durante más de 24 horas y todos los síntomas han mejorado, añadió el doctor en un memorando publicado por la Casa Blanca.
“La variedad de pruebas de diagnóstico avanzadas obtenidas revela que ya no hay evidencia de que el virus se replique activamente”, escribió Conley.
"Además, las pruebas secuenciales a lo largo de su enfermedad han demostrado una disminución de las cargas virales", añadió.
Trump celebró este sábado su primer evento público desde que regresó de un período de tres días en el hospital, y agradeció a cientos de simpatizantes reunidos en el jardín sur de la Casa Blanca por los mensajes durante su enfermedad.
El presidente estadounidense anunció un regreso agresivo a la campaña electoral luego de su convalecencia, comenzando con un mitin el próximo lunes por la noche en Orlando. Se espera que visite Pensilvania el próximo 13 de octubre y Iowa un día después para eventos de campaña adicionales.
La actualización de Conley fue la primera sobre la salud del presidente desde el jueves. La Casa Blanca aún se ha negado a revelar ciertos detalles de salud sobre el presidente y su tratamiento, incluida la última vez que Trump dio negativo antes de contraer el coronavirus.
Trump dio a conocer por primera vez su prueba positiva para el coronavirus en la madrugada del 2 de octubre y ha atribuyó su recuperación a un 'cóctel' de anticuerpos de Regeneron Pharmaceuticals que le administraron.
El presidente también recibió un corticosteroide llamado dexametasona, así como remdesivir, un antiviral fabricado por Gilead Sciences.
"Me siento muy bien", dijo Trump este sábado, y agregó que Estados Unidos estaba "produciendo poderosas terapias y medicamentos".