- Descubre los compatriotas que lucharon codo a codo con los soldados estadounidenses en la Guerra del Pacifico.
Cuando uno habla sobre el conflicto bélico más grande en la historia de la humanidad casi siempre se descarta o nunca se le da repercusión a la participación de Latinoamérica en esta lucha armada.
Casi todos los conocedores o apasionados del tema saben que esta región del mundo en su mayoría apoyó a los aliados al facilitarles el comercio de distintos recursos, pero son muy pocos los que conocen la historia del escuadrón latinoamericano que combatió junto con los Aliados a las fuerzas principales del Eje.
Este caso tan particular fue obra de soldados mexicanos, todo inicia cuando la guerra parecía inminente en Europa, en ese entonces el gobierno mexicano postrevolucionario quería demostrarle al mundo que era una nación antifascista por lo que los dirigentes de un “moderno” México tomaron la decisión de formar parte del bloqueo de 1935 que se le impuso a la Italia de Mussolini por haber invadido Etiopia, también otra acción mexicana en contra de los gobiernos autoritarios europeos fue la de protestar la anexión de Austria por parte de la Alemania Nazi.
Sin embargó cuando estalló la guerra en Europa, México no tenía en ese entonces la mejor relación con los países del mando Aliado, debido a que en 1938 el gabinete de Lázaro Cárdenas nacionalizó su petróleo causando el descontento de las potencias de Estados Unidos y Gran Bretaña, mientras que con el mando soviético el país latinoamericano tenia ciertos conflictos diplomáticos debido a que este último le había dado asilo a Trotsky personaje perseguido por el entonces dirigente de la URSS Stalin.
Todas estas diferencias políticas con estas naciones fueron olvidadas a principios de la década de los 40´s, específicamente cuando las fuerzas del eje tenían dominada a media Europa y cuando el imperio de Japón atacó por sorpresa la base naval estadounidense de Pearl Harbor a partir de ahí el gobierno mexicano volvería comercializar petróleo con los Estados Unidos y dejaría de exportar recursos a la Europa continental, pero fue en Mayo del 42 cuando México entró de lleno al conflicto mundial después de que submarinos alemanes derribaran cuatro buques mexicanos que transportaban combustible a Inglaterra, este hecho provocó que finalmente la nación latina le declara la guerra a las potencias del Eje.
Aunque en un principio el papel de México en el conflicto armado fue únicamente estratégico, ya que solamente surtía de recursos a su nuevos aliados debido a que los dirigentes del país sabían que la nación no estaban preparada para combatir, pero en 1943 cuando la guerra cambió de curso imposibilitando cualquier posibilidad de una invasión del Eje en América el gobierno mexicano tomó la decisión de enviar una fuerza militar simbólica para luchar en la guerra.
Fue ahí cuando el Escuadrón Aéreo Mexicano 201 formado principalmente por los 30 mejores pilotos del país fue enviado a Estados Unidos en 1944 a recibir el entrenamiento militar de la Fuerza Aérea Americana, ya para 1945 con la guerra europea casi finiquitada y con un imperio japonés completamente debilitado se tomó la decisión de enviar a combate al escuadrón mexicano.
Por lo que se le encomendó a las Águilas Aztecas formar parte del bombardeo a Filipinas en el Pacifico, durante esta batalla un piloto del escuadrón fue derribado, otro se accidentó en combate y por últimos dos perdieron la vida al caer en el mar por la pérdida del combustible.
Después de unas cuantas otras misiones el Escuadrón 201 dejo de estar en operación debido a otras múltiples bajas y a que sus aviones fueron destruidos en batalla, por lo que los soldados mexicanos ya no participaron en la batalla de Okinawa. Finalmente estos regresaron a México como heroes, estos fueron recibidos con bombo y platillo por el gobierno y acogidos por el pueblo mexicano por sus acciones en dicho conflicto.
Lamentablemente el gobierno de Manuel Ávila Camacho exagero con fines propagandísticos las cifras del Escuadrón al atribuirle 30,000 bajas japonesas en 95 misiones de combate, aunque eso si el grupo de solados mexicanos fue alabado por las grandes cabecillas del ejercito Aliado.