Es común encontrar aceite reusado en algunos puestos o establecimientos de comida, sin saber que este ingrediente puede dañar tu salud si lo consumes de manera constante. A continuación te explicamos.
En el mercado hay una variedad de aceites comunes y especiales que van desde girasol y oliva hasta semilla de uva y ajonjolí, que funcionan para la mayoría de los usos de cocción y se adaptan a los diferentes paladares y bolsillos.
Sea cual sea tu aceite favorito, debes tomar en cuenta que se degrada en cuanto se sobrecalienta o alcanza su punto de humo, por ello se recomienda que te deshagas de él si por accidente dejas que se caliente de más.
¿Por qué es peligroso reutilizar el aceite para cocinar?
Reutilizar aceite daña tus alimentos fritos, ya que absorben más grasa y como resultado tienes sabores y olores extraños, sin embargo, eso no es lo peor, pues también puede afectar tu salud.
La estructura del aceite se altera cuando se calienta a altas temperaturas y entonces comienza a degradarse, en este proceso los ácidos grasos generan aldehídos tóxicos, que pueden causar enfermedades como alzhéimer, párkinson y diferentes tipos de cáncer.
Sin embargo, dichas sustancias tóxicas no se forman de igual manera en todos los aceites, pues un estudio realizado por la Facultad de Farmacia de Vitoria reveló que el aceite de oliva genera menos cantidad de aldheídos tóxicos que los de girasol y lino.
Por lo que si buscas un aceite para freír la mejor opción es el aceite de oliva, recomiendan especialistas.
¿Qué hacer con el aceite que desechamos?
La Procuraduría General del Consumidor (Profeco) recomienda hacer lo siguiente con el aceite que utilizamos en la cocina:
- Esperar a que se enfríe el aceite.
- Colocarlo en una botella de plástico, etiquétala con el nombre de “aceite” y la guardas hasta que se llene.
- Una vez que hayas llenado la botella ciérrala bien y tírala a la basura en los desechos no reciclables.
Ahora lo pensarás dos veces en comer o cocinar tus platillos fritos reutilizando aceite.