Muchas personas creen que lavar el pollo crudo antes de cocinarlo es una buena práctica para eliminar restos de sangre y grasa. Sin embargo, expertos en salud advierten que esta acción puede poner en riesgo tu salud.
Riesgos asociados a lavar pollo crudo:
- Propagación de bacterias: El pollo crudo puede estar contaminado con bacterias como Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens. Lavar el pollo puede salpicar estas bacterias por toda la cocina, contaminando superficies y otros alimentos.
- Contaminación cruzada: Lavar pollo crudo puede provocar contaminación cruzada si las bacterias se transfieren a utensilios o superficies utilizadas para preparar otros alimentos, como ensaladas.
- Enfermedades gastrointestinales: Según la Agencia de Normas Alimentarias de Inglaterra, lavar el pollo crudo puede aumentar la presencia de la bacteria Campylobacter, que causa enfermedades gastrointestinales.
¿Cómo cocinar el pollo de manera segura?
La mejor manera de evitar enfermedades transmitidas por alimentos es cocinar el pollo a una temperatura interna de 74°C. Esto garantiza que las bacterias sean eliminadas y el pollo sea seguro para su consumo.
Consejos adicionales:
- Si decides lavar el pollo, hazlo con agua corriente suave para minimizar las salpicaduras.
- Limpia y desinfecta el fregadero y las superficies afectadas con agua jabonosa caliente.
- Lava tus manos durante al menos 20 segundos y limpia todos los utensilios que hayan estado en contacto con el pollo crudo.
- Usa una tabla de cortar separada para el pollo crudo y evita colocar alimentos cocidos en superficies previamente utilizadas para el pollo crudo.
Precaución en México:
Recientes reportes de muertes en Tlaxcala por el síndrome de Guillain-Barré relacionado con el consumo de pollo mal cocido subrayan la importancia de seguir estas precauciones. Mantén tu cocina segura y protege tu salud siguiendo estos consejos.