La gran mayoría de las víctimas actuales del COVID-19, entre el 80% y 90%, son personas que no se han aplicado las vacunas de refuerzo recomendadas.
Es crucial dejar de ver al COVID-19 únicamente como una amenaza pandémica; ahora, se trata de una enfermedad estacional que, si no se controla, puede volverse grave y mortal. Hoy en día, las vacunas contra el SARS-CoV-2 están disponibles en todo el mundo para protegerse.
Estudios recientes indican que el COVID-19 sigue causando más muertes que la influenza y que las reinfecciones por SARS-CoV-2 generan secuelas más graves que la gripe. Mientras una persona puede contraer gripe varias veces sin mayores complicaciones, no está claro si puede soportar múltiples infecciones por COVID-19 de la misma manera.
El COVID-19 también puede desencadenar efectos a largo plazo, conocidos como long COVID, que se suman a las complicaciones provocadas por nuevas variantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió recientemente sobre el aumento de infecciones por COVID-19 a nivel mundial, con casos detectados incluso entre los atletas de los Juegos Olímpicos de París.
Expertos como el cardiólogo y genetista Eric Topol, un referente internacional desde el inicio de la pandemia, señalan que el COVID-19 sigue siendo una preocupación significativa en Estados Unidos, con un aumento del 25% en las muertes y del 12% en las urgencias por COVID-19 en la última semana. Topol advierte que Estados Unidos enfrenta una ola importante de contagios, con un estimado de 900,000 nuevas infecciones diarias.
5 razones por las que el COVID-19 sigue siendo una amenaza para la salud pública
- El riesgo de nuevas variantes
La OMS alerta sobre la posibilidad de que pronto surjan variantes más virulentas o contagiosas, en un contexto de bajas tasas de vacunación y alta circulación del virus. - Secuelas a largo plazo tras hospitalización por COVID-19
Investigaciones recientes indican que los efectos del COVID-19 en la salud pueden persistir, incluso años después de la infección, especialmente en aquellos que fueron hospitalizados. - Muertes asociadas a la baja vacunación
En Argentina, el 89% de las personas que murieron por COVID-19 no habían recibido la vacuna de refuerzo. La vacunación sigue siendo crucial para reducir la mortalidad. - Reinfecciones y mayor riesgo de secuelas
Las reinfecciones por COVID-19 aumentan significativamente el riesgo de muerte, hospitalización y problemas de salud a largo plazo, según un estudio del Departamento de Asuntos de Veteranos de EE.UU. - Long COVID: un problema global en crecimiento
El COVID prolongado afecta a un 11% de quienes contraen el virus, independientemente de la gravedad inicial de la infección, con síntomas que pueden durar meses o años.
La importancia de la vacuna ARVAC en la lucha contra el COVID-19
Argentina ha desarrollado la primera vacuna proteica contra el COVID-19, llamada ARVAC-Cecilia Grierson, diseñada como una dosis de refuerzo para personas mayores de 18 años. Esta vacuna, fruto de una colaboración entre el CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y el Laboratorio Cassará, ha sido bien recibida por el personal médico, lo que destaca la confianza en su tecnología y su efectividad.