Colocar un Smart TV cerca de una ventana puede parecer una buena idea para aprovechar la luz natural, pero esta decisión podría traer consecuencias inesperadas. La exposición al calor directo del sol, especialmente en climas cálidos, puede provocar el sobrecalentamiento del televisor, lo que conlleva fallos intermitentes, apagones repentinos e incluso cortocircuitos que podrían dañar permanentemente el aparato.
En los peores casos, el sobrecalentamiento puede generar un riesgo de incendio, poniendo en peligro la seguridad de tu hogar. Las ventanas, aunque útiles para la iluminación, también son fuentes de fluctuación térmica. Durante el día, permiten la entrada de calor, lo que puede acortar la vida útil de los dispositivos electrónicos cercanos, como tu televisor.
Para proteger tu Smart TV, es recomendable instalarlo en una pared opuesta o perpendicular a la fuente de luz natural, y utilizar cortinas opacas para controlar el ingreso de luz y calor. Con estos simples ajustes, puedes evitar daños costosos y mejorar la experiencia de visualización en tu hogar.