Por: Cortesía

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Un Ferrari bañado en oro: los inauditos lujos de Carlos Romero Deschamps

Carlos Romero Deschamps estuvo al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) por más de 26 años, y a lo largo de ese tiempo, logró hacerse de un patrimonio muy grande, además de que le gustaba presumir los lujos que se daba.

Romero Deschamps renunció a la dirigencia del sindicato en 2019; se negó a jubilarse y seguía cobrando un salario como trabajador en Pemex, aparte de mantener todas las prestaciones que estos tienen, a pesar de no trabajar, pues se dijo que tenía vacaciones autorizadas hasta el año 2024 por los periodos que supuestamente no había utilizado en el tiempo que estuvo al frente del sindicato.

El 16 de marzo pasado, Romero Deschamps presentó su renuncia definitiva como trabajador activo de Petróleos Mexicanos (Pemex). La noticia la dio a conocer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), durante su ya clásica conferencia de prensa mañanera.

AMLO declaró que la renuncia había sido por voluntad propia y por un exhorto.

“Eso lo hace por voluntad propia y también por un exhorto de que aunque fuese legal, que así estuviese acordado en las condiciones laborales, considerábamos que era inmoral. Entonces, aprovecho para informar sobre este asunto”, señaló el mandatario.

Este miércoles se dio a conocer que Romero Deschamps recibió, oficialmente, su primer pago como jubilado de Pemex. La información la dio a conocer el director de la empresa estatal petrolera, Octavio Romero Oropeza.

Con todo el dinero que juntó Romero Deschamps durante su gestión al mando del Sindicato Petrolero, se dio grandes lujos, y también su familia. Romero Deschamps estuvo involucrado en diversos escándalos que lo involucraban en temas de corrupción.

Uno de ellos, de los más sonados, fue el Pemexgate. Este se dio en 2001, y consistió en un desvío millonario de fondos del sindicato petrolero, y cuyo dinero fue a parar a la campaña presidencial de Francisco Labastida, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones del 2000. Por dicho desfalco, Romero Deschamps fue acusado y llevado a proceso penal, por supuestamente haber entregado 500 millones de pesos pertenecientes al sindicato de Pemex al PRI.

Este escándalo derivó en una multa al PRI, por mil millones de pesos en 2003.

Romero Deschamps fue diputado en tres ocasiones de 1979 a 1982; de 1991 a 1994; y de 2000 a 2003. También fue senador de 1994 a 2000 y 2012 a 2018, en ambos casos por el PRI.

Vida de lujos

El exlíder del sindicato petrolero es reconocido por su gusto por los lujos. Una prueba de ellos es el agrado que tiene por los relojes caros. En su colección se encuentra un Aude Piquet, marca que está valuada hasta en 7 millones de pesos.

También se supo que es dueño de un departamento en Cancún valuado en 18.7 millones de pesos, además de tener propiedades en The Bath Club en Miami valuadas en más de 110.8 millones.

Pero los lujos y las comodidades no solo se quedan en el exdiputado, pues sus tres hijos también disfrutan de su dinero. Deschamps le regaló, a su hija Paulina Romero, un yate conocido como “El Indomable, el cuál está valuado en más de 16.4 millones de pesos. A su hijo, Alejandro Romero Durán, le obsequió otro yate, conocido como El Guly, el cuál se estima que cuesta unos 14 millones de pesos.

En 2012 su hija Paulina presumió sus viajes en redes sociales. En fotografías, mostraba como viajaba a lugares de Europa y Asia en aviones privados, acompañada siempre de tres mascotas, unos perros de la raza Bull Dog.

En 2013, Deschamps le regaló a José Carlos Romero Durán, otro de sus hijos, un Ferrari Enzo edición limitada, de los cuales solo se fabricaron 399 piezas entre 2002 y 2004 y tuvo un costo cercano a los 2 millones de dólares, según una investigación del medio Proceso.

Se dio a conocer que para tener derecho a comprar uno de estos automóviles, era necesario contar con al menos dos vehículos de la marca italiana.

En 2017 salió a la luz un video en donde se ve Carlos Romero Jr. viajar en un Ferrari 458 Spider dorado, por las calles de Mónaco. El auto tiene un valor estimado de 280 mil dólares.