Por: Cortesía

Nacional

Huracanes y sequía son pronosticados para una temporada climática intensa en México

La madrugada del 25 de octubre el viento arrastró a Acapulco, Guerrero: el paso del huracán 'Otis' convirtió a la joya del Pacífico en una ciudad en ruinas.

El hecho consternó a la comunidad científica, ningún modelo había previsto lo que ocurrió: una tormenta tropical se convirtió en un monstruo de aire categoría 5 en cuestión de horas, las investigaciones recientes señalan que la razón por la que el ciclón cambio de manera tan precipitada está asociada con el calentamiento global y el fenómeno de El Niño .

¿Por qué? El Niño se caracteriza por el calentamiento del océano Pacífico, durante 2023 se registraron picos más altos a los normales, mismos que habrían sido propiciados por el efecto invernadero. Así, el aumento en la temperatura en el mar favoreció a la rápida transformación de un poderoso huracán.

Sin embargo, este no es el único estrago relacionado con este fenómeno, México experimentó diversas variaciones en el clima que estuvieron vinculadas con la presencia de El Niño.

Ahora, tras varios meses de padecer las condiciones ocasionadas por su presencia, el país podría comenzar a enfrentar una nueva etapa: el enfriamiento anormal del océano Pacífico.

Este fenómeno es conocido como La Niña y forma parte de la Oscilación del Sur (ENOS) un ciclo natural-global. Desde hace semanas se había emitido una alerta por su sigilosa pero latente formación en el mar, situación que resulta atípica, puesto que usualmente antes de que aparezca suele haber un periodo neutral, marcado por la salida de El Niño.

“Generalmente pasamos a una etapa neutra que puede durar meses, pero todo parece que no va a ser el caso de este año. Los diferentes pronósticos de diferentes agencias gubernamentales indican que la posibilidad de que pasemos del fenómeno El Niño, al fenómeno de La Niña durante el verano, hasta el momento, es inminente”, explicó el meteorólogo Abimael Salas en una entrevista.
Así, la probabilidad de que se presente La Niña para el mes de julio es alta, en caso de que se cumplan los pronósticos ocasionará diversos estragos en el clima, comenzando con el enfriamiento de la temperatura superficial del océano Pacifico oriental y central.

La Niña y los huracanes
Si bien a nivel global los efectos de La Niña no son tan evidentes como los de El Niño, a nivel regional no pasa desapercibida. En México su huella resulta más que evidente.

Cuando La Niña está presente se propicia un área extensa de bajas presiones en el océano Atlántico ocasionando que durante el verano y parte del otoño se de un aumento considerable en la cantidad e intensidad de los ciclones tropicales.

Por ello, y según lo señalado por el meteorólogo Abimael, la expectativa de que la próxima temporada de ciclones tropicales en el Caribe, el centro y sur de América sea más activa es alta para este 2024.

“Al aumentar considerablemente la cantidad de ciclones, la probabilidad de que el sureste, el Golfo de México, el oriente, e incluso el noreste de México sea afectado no solo por uno sino por varios ciclones tropicales aumenta considerablemente”, detalla el experto.
Sin embargo, no solo aumenta la expectativa de que los ciclones se formen cerca de las costas del país sino que también incrementa el potencial de tener huracanes intensos o mayores a categoría 3 debido a que la Niña permite que los vientos fuertes disminuyan en la altura, lo cual es un requisito elemental para que las tormentas tropicales se intensifiquen rápidamente.

“La expectativa de que tengamos una mayor cantidad de huracanes categoría 3, 4 y 5, intensos, algunos que incluso pueden llegar a ser hasta históricos aumenta considerablemente para el verano y el otoño de 2024 en toda la cuenca del Atlántico Norte, Caribe y Golfo de México. Sin embargo, hay que precisar que esto no quiere decir que vayan a tocar tierra, eso solo se podrá saber hasta unas semanas o días antes de su formación”, recalca.
Si bien no se puede pronosticar cuántos huracanes podrían llegar a las costas mexicanas, lo que es un hecho es que la región del Golfo de México se podrá ver afectada (en mayor o menor medida) debido a la presencia de ciclones tropicales.

Al otro lado del país, es decir, en la zona del Pacífico, se da el efecto contrario, por lo que se prevé que este 2024 haya menos ciclones que el promedio.

Las sequías
La Niña es muy extrema, hace que las condiciones sean muy variables: mientras que lleva lluvias para algunos puntos, en otros las restringe. Históricamente las grandes sequías que ha vivido el país han estado asociadas con este fenómeno.

En el centro del país, cuando la Niña está presente, “es inminente” que gran parte del otoño, el invierno y la primavera van a ser extremadamente secos, sin embargo, durante el verano, y parte del otoño, pueden ser lluvias más intensas de lo normal, y eso hace que las condiciones en el clima sean extremas, como explica el experto.

“Primero sequías por una buena cantidad de meses, pero después puede caer toda la lluvia que no cayó en el periodo de sequía, más otro tanto, entonces La Niña es muy extrema, así como tenemos sequías también tenemos inundaciones”, añade.
En este caso, todo dependerá de cómo inciden los ciclones; 2010 por ejemplo, fue uno de los años más lluviosos para México: en los meses de junio, julio y septiembre las precipitaciones fueron continuas.

Sin embargo, la Niña se extendió hasta 2011, año en el que el país experimentó una de sus peores sequías estacionales de las que se tiene memoria.

“Con la niña hay que ser muy prudentes en cuanto a los pronósticos. En México suele hacer que el invierno y la primavera sean muy secos, más de lo habitual, por lo que si se presenta La niña y se extiende hasta 2025, este sería el panorama”, agrega.

Regiones que van a verse afectadas
Como se mencionó anteriormente, La Niña generalmente hace que los meses de julio, agosto, septiembre y octubre sean más lluviosos de lo habitual, pero, solo para la mitad sur del país, en el noroeste y norte del territorio resta precipitaciones.

“En Nuevo León y Tamaulipas sí varía mucho de un año a otro, por ejemplo, en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, cuándo se presenta este fenómeno, tenemos una mayor expectativa de lluvias (arriba de lo normal) solamente en los meses de agosto, septiembre y octubre. El mes de junio y julio va a depender de los ciclones tropicales que se presenten”, agrega.