Puebla, Pue. En su columna para El Financiero, aseguró que una primera hipótesis de lo ocurrido (ganó Miguel Barbosa) es que existe un hartazgo de la gente sobre lo político. Hay una percepción de que no importa quien llegue, “todos los políticos son iguales”.
“Una segunda hipótesis, complementaria a la anterior, es la percepción de que Morena está tan fuerte que es imposible ganarle, que no vale la pena salir a votar. Esta percepción es real, y al menos en el caso de Puebla fue alimentada premeditadamente y como parte de la estrategia de campaña de ese partido”.
Cárdenas consideró que ante la falta de credibilidad en los políticos, se tiene un grave problema de legitimidad y de gobernanza, que de no corregirse irá en aumento y es muy peligroso.
“Lo que importa es entonces que la baja participación también implica una falta de legitimidad democrática. En Baja California, solo el 15 por ciento de los electores votaron por el nuevo gobernador. En Puebla la cifra es casi idéntica. Gobernar con un porcentaje tan bajo de respaldo es difícil, y mucho más si existen sombras de irregularidades en el proceso electoral o visos de una elección de Estado”, apuntó.
Finalmente, sostuvo que “si no se restablece la ética y la confianza en los actores públicos, la sociedad se seguirá alejando de la vida pública, esperando y hasta rezando para que providencialmente llegue un gobernante que realmente le interese la gente”.