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Política

Sheinbaum estalla: ¿Por qué Triana denuncia a México en Washington?

La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó una crítica directa al vocero nacional del PAN, Jorge Triana, quien anunció que presentará una denuncia en Washington relacionada con los hechos del 15 de noviembre, durante la llamada Marcha de la Generación Z.

Para Sheinbaum, este acto no solo es polémico, sino cuestionable desde el punto de vista político y de identidad nacional.

Durante la conferencia de este 26 de noviembre, la mandataria lanzó la pregunta al aire: "¿Qué mexicano va a denunciar a su propio país en el extranjero?", dejando clara su postura respecto a la decisión del panista. Para ella, Triana no solo lleva una acusación fuera de territorio nacional, sino que además lo hace frente a un gobierno extranjero en un contexto donde se discuten temas delicados para México.

Sheinbaum insistió en que es un acto poco común y que, desde su perspectiva, responde más a intereses políticos que a una preocupación por el país. "Es un invento de cómo se dieron las cosas", señaló, subrayando que Triana pertenece a un partido que —según sus palabras— tiene bajo respaldo popular.

Soberanía primero: gobierno responde y Triana avanza con denuncia

La presidenta hizo hincapié en un punto que considera fundamental: la soberanía mexicana. Aseguró que México es un país libre, con capacidad para resolver sus propios conflictos sin que otras naciones marquen ruta o intervengan. Su mensaje fue directo: no se debe avalar que actores nacionales recurran a gobiernos extranjeros para influir en decisiones internas.

Triana, sin embargo, sostiene su acusación. Publicó en X una fotografía del documento presentado ante la FGR, donde exige investigar la posible relación entre el llamado "bloque negro" y el gobierno mexicano, afirmando que operan de manera coordinada y que aparecen únicamente en protestas que podrían incomodar al régimen. Sheinbaum respondió que la marcha no fue de jóvenes, como se planteó inicialmente, sino de personas adultas contrarias al gobierno, y que lo que rechazan es la violencia, no la libertad de expresión.

El choque queda abierto: por un lado, el gobierno defendiendo la autonomía nacional y rechazando la injerencia externa; por el otro, Triana avanzando con denuncias y señalando prácticas que considera graves. El debate promete subir de tono, porque lo que empezó como una acusación se ha convertido en un choque directo sobre identidad, política y soberanía.