El objetivo es mejorar los hábitos alimenticios de los estudiantes y reducir los riesgos asociados a la obesidad infantil, una creciente preocupación en el país.
A partir del 29 de marzo de 2025, entrará en vigor una nueva normativa que prohíbe la venta de comida chatarra en todas las escuelas de México. Esta medida se implementará como parte del programa Vida Saludable impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El objetivo es mejorar los hábitos alimenticios de los estudiantes y reducir los riesgos asociados a la obesidad infantil, una creciente preocupación en el país. Así mismo, busca evitar que niños, niñas y jóvenes tengan acceso a alimentos poco saludables tanto dentro como en los alrededores de los centros educativos.
Para ello, se ha desarrollado un manual que servirá como guía para las cooperativas escolares y los vendedores de alimentos, detallando qué productos serán permitidos y cuáles deben ser eliminados de las escuelas.
¿Qué sucede si las escuelas no cumplen con las nuevas reglas?
Las escuelas que no cumplan con estos lineamientos enfrentan sanciones, con multas que pueden oscilar entre 10,000 y 113,000 pesos dependiendo de la gravedad del incumplimiento. Además, se prohíbe la promoción y la venta de alimentos no permitidos dentro de los planteles, lo que incluye productos como hamburguesas, papas fritas, pizzas, y pasteles. Estos alimentos son los principales responsables de la creciente tasa de obesidad infantil en el país.
Los alimentos permitidos incluirán opciones como frutas, verduras, cereales integrales, semillas y leguminosas secas. Ejemplos de estos alimentos saludables incluyen elotes, pasas, yogur natural, enfrijoladas, nopales, y tortitas de pollo o frijoles con bolillo chico, entre otros.
Según los datos del monitoreo realizado en el ciclo escolar 2023-2024, el 98% de las escuelas todavía mantiene la venta de comida chatarra y el 95% sigue comercializando bebidas azucaradas. Además, los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2020-2023) muestran que 5.7 millones de niños de 5 a 11 años y 10.4 millones de adolescentes de 12 a 19 años presentan obesidad, lo que hace urgente esta medida.