Tlaxcala. Tlax- Durante los días de la Semana Santa, el pueblo de Santiago, en el municipio de Atltzayanca, vivió una verdadera tragedia cuando un incendio forestal, originado en los ejidos de Puebla, alcanzó los bosques de coníferas de Tlaxcala. La situación se volvió crítica el 14 de abril, cuando a las 14:00 horas, la alarma fue activada por una llamada al 9-1-1, alertando a las brigadas de emergencia.
Fuerzas de Rescate y Voluntarios en Acción
A medida que el fuego avanzaba rápidamente, las brigadas de la Secretaría de Medio Ambiente (SMA) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) luchaban sin descanso para controlarlo, pero el viento intenso y las llamas desbordaban sus esfuerzos. La situación empeoró y fue necesario el apoyo del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
Impacto Ambiental y Crisis en la Comunidad
El martes 16 de abril, el humo denso de las llamas generó una alarmante crisis de calidad del aire, afectando tanto a tlaxcaltecas como a poblanos. En el monte San Gabriel, la población local y los voluntarios realizaron esfuerzos heroicos para contener el avance del fuego. Sin embargo, las ráfagas de viento superiores a 50 km/h y la temperatura extrema hacían casi imposible controlar la situación.
A lo largo de este desastre, tres personas fueron intoxicadas por inhalación de dióxido de carbono (CO2), y la comunidad luchó con la constante caída de ceniza y la contaminación que invadió sus hogares.
Acciones de Protección Civil y Ayuda Humanitaria
Protección Civil (PC) recomendó mantener las ventanas abiertas para intentar purificar el aire dentro de los hogares, mientras que voluntarios, con la ayuda de brigadas y recursos, trabajaron sin descanso. Las autoridades locales también coordinaban la evacuación de las zonas más afectadas, especialmente en la colonia Charero.
El evento resultó ser uno de los incendios más devastadores en la historia reciente de Atltzayanca, con una gran cantidad de bosques destruidos y graves daños ecológicos. Los esfuerzos por controlar las llamas continuaron hasta el final de la Semana Santa, y aunque la situación mejoró en los últimos días, el impacto dejó una huella profunda en la comunidad.
Recuperación y Reflexión
El control total del fuego fue alcanzado, y aunque la calidad del aire mejoró, las comunidades afectadas no olvidarán fácilmente el caos que vivieron. Con la intervención de brigadas y helicópteros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la situación fue finalmente estabilizada.
Ahora, los habitantes de Atltzayanca enfrentan el desafío de reconstruir lo perdido, mientras reflexionan sobre la importancia de proteger los recursos naturales y prevenir futuros desastres de esta magnitud.