Profeco revela qué quesos son reales y cuáles son imitaciones
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Lun, Abr

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Profeco revela qué quesos son reales y cuáles son imitaciones

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de calidad en 40 productos de queso americano, diferenciando entre 16 quesos reales y 24 imitaciones.

El objetivo fue evaluar su calidad sanitaria, composición nutrimental y cumplimiento de normativas para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas.

Qué evaluó Profeco en los quesos

El Laboratorio Profeco analizó los productos con base en distintos criterios:

  • Etiquetado comercial: Verificó que la información estuviera en español y cumpliera con normativas, incluyendo ingredientes, porcentaje de grasa y proteína, país de origen y fecha de caducidad.
  • Sistema de etiquetado frontal: Se revisaron sellos de advertencia sobre exceso de calorías, sodio o grasas saturadas.
  • Composición nutrimental: Se midieron niveles de proteína, grasa, carbohidratos y calorías por cada 100 g.
  • Presencia de almidón y grasas: Se analizó si los productos contenían almidón para abaratar costos o grasas vegetales en lugar de grasa de leche.
  • Cumplimiento de normas: Se verificó que los productos etiquetados como "queso" contuvieran únicamente grasa láctea, mientras que las imitaciones contenían grasas vegetales.

Resultados: comparación entre quesos e imitaciones

Quesos reales

  • Grasa: Entre 10.7% y 31.7%.
  • Proteína: Entre 13.5% y 18.8%.
  • Calorías: De 200 a 378 kcal/100 g.

Quesos reducidos en grasa

  • Grasa: Entre 9.4% y 12.4% (algunos no cumplieron con la reducción mínima).
  • Proteína: Entre 15.9% y 18.2%.
  • Calorías: De 194 a 250 kcal/100 g.

Imitaciones de queso

  • Proteína baja: Entre 0.4% y 15.4%.
  • Grasa alta: Hasta 27.4%, mayoritariamente grasa vegetal.
  • Calorías: De 173 a 342 kcal/100 g.
  • Algunas imitaciones, como Queso Aurrera, contenían almidón y mezclas de grasas.

Irregularidades detectadas en el estudio

Profeco encontró inconsistencias en algunos productos:

  • Etiquetas engañosas: Algunas marcas declaraban más proteína o menos grasa de lo que realmente contenían.
    • Ejemplo: Un producto indicaba 14.2% de proteína y 23.8% de grasa, pero tenía 24% de proteína y 29% de grasa.
    • Otro caso fue Queso Lima, que declaraba 6% de proteína, pero solo tenía 0.5%.
  • Reducción de grasa incumplida: Varios productos “reducidos en grasa” no cumplían con la reducción mínima del 25%.
  • Uso de almidón en imitaciones: Algunas imitaciones contenían almidón como ingrediente clave, algo prohibido en los quesos reales.
  • Grasas mezcladas: Aunque las imitaciones deben contener grasa vegetal, algunas combinaban grasa de leche con grasa vegetal, generando confusión en el etiquetado.

Recomendaciones de Profeco

Para elegir un queso de calidad, la Profeco recomienda:

Leer las etiquetas para distinguir entre queso real e imitación.
Revisar los sellos de advertencia sobre exceso de calorías, sodio o grasas saturadas.
Comparar precios y composición: Las imitaciones suelen ser más baratas, pero con menor aporte nutrimental.
Conservar los productos refrigerados después de la compra para evitar su deterioro.

Con este análisis, Profeco busca que los consumidores tomen decisiones informadas y elijan productos que realmente cumplan con los estándares de calidad.

 

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