La estatua de Buda destaca por tener un halo alrededor de la cabeza cubierto de rayos de sol, “lo que indica su mente radiante”.
¿Hubo alguna relación entre la Roma imperial y la India? La respuesta es sí. Y la muestra de ello es que de manera reciente se desenterró una estatua de Buda en una antigua ciudad portuaria egipcia llamada Berenike.
Según William Dalrymple, de la New York Review of Books, se trata del primer Buda que se encuentra al oeste de Afganistán. La pieza aporta nuevas pruebas del comercio entre la antigua Roma y la India.
Berenike se fundó en el siglo III a.C. y llegó a ser uno de los mayores puertos del Egipto controlado por los romanos, según el Ministerio de Antigüedades. Mercancías como marfil, tejidos y metales semipreciosos pasaron por la ciudad durante muchos años, hasta que fue abandonada en torno al siglo VI d.C.
Después de analizar los detalles de la estatua, los investigadores creen que se fabricó en Alejandría en torno al siglo II a.C. La estatua destaca por tener un halo alrededor de la cabeza cubierto de rayos de sol, “lo que indica su mente radiante”, dice el Ministerio egipcio de Turismo y Antigüedades en un comunicado.
La importancia de Berenike
Este hallazgo se suma a otros realizados en la misma zona de Berenike que demuestran hasta qué punto el Imperio Romano estaba interconectado con su homólogo indio. También contribuyen a conocer más sobre cómo Egipto era una ruta clave para el comercio: “situado en el centro de la ruta comercial que conectaba el Imperio Romano con muchas partes del mundo antiguo”, afirma el Ministerio de Antigüedades.
Berenike tiene una larga historia como lugar donde las excavaciones arqueológicas han dado frutos. En 1999, por ejemplo, se descubrió un frasco lleno de 17 libras de granos de pimienta negra incrustado en el suelo del patio de un templo. Este frasco databa del siglo I, y en aquella época el pimiento negro sólo se cultivaba en el suroeste de la India.
Las excavaciones de Berenike son un proyecto que coordinan investigadores estadounidenses y polacos. Steven Sidebotham, historiador de la Universidad de Delaware, es el director del equipo estadounidense, mientras que el equipo polaco está dirigido por Mariusz Gwiazda, arqueólogo de la Universidad de Varsovia.
“Hoy en día se oye hablar mucho de globalización”, explicó Sidebotham a la publicación, “pero en el siglo I de la era cristiana existía una ‘economía global’ que unía Europa, África y Asia, y la ciudad de Berenike es un ejemplo perfecto de ello”.
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