Tlaxcala, Tlax.- La inseguridad en Zacatelco alcanzó un nuevo nivel de alerta luego de que un grupo armado desarmara a dos policías estatales en pleno día y sin resistencia. Este hecho no solo evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas de seguridad, sino también la falta de control de las autoridades sobre la creciente violencia en la región.
Fallas en los protocolos de seguridad
Los oficiales fueron despojados de sus armas, radios y teléfonos, quedando completamente incomunicados. Este incidente expone graves deficiencias en los protocolos de vigilancia y reacción de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), lo que deja en duda la capacidad de respuesta ante hechos delictivos de alto impacto.
Zona de alto riesgo: antecedentes preocupantes
Lo más alarmante es que este ataque ocurrió en la misma zona donde, el año pasado, dos policías fueron linchados tras el asesinato de un taxista. Esto refleja un patrón de violencia creciente y una falta de estrategia para contener la criminalidad.
Impunidad y falta de acción gubernamental
El operativo delictivo se llevó a cabo sin que ninguna autoridad interviniera de inmediato, lo que demuestra que la inseguridad en Zacatelco no es solo un problema de criminales, sino de un sistema de seguridad deficiente y rebasado.
Zacatelco, entre el miedo y la impunidad
Mientras los agresores siguen libres y los policías permanecen desarmados, la ciudadanía queda en incertidumbre. La falta de acciones concretas deja en evidencia que, en Zacatelco, el miedo y la impunidad son los verdaderos gobernantes.
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