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Preocupación por el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera norte

El director del Centro Prodh advirtió que la militarización ha demostrado ser un riesgo para los migrantes, citando antecedentes de despliegues similares desde 2019 en la frontera sur del país. 

El director del Centro Prodh, Santiago Aguirre, expresó su preocupación sobre los posibles impactos negativos en materia de derechos humanos tras el despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte de México. 

Aguirre subrayó la necesidad de controles civiles extraordinarios para evitar abusos contra personas migrantes.

Riesgos de la militarización en la migración

Aguirre advirtió que la militarización ha demostrado ser un riesgo para los migrantes, citando antecedentes de despliegues similares desde 2019 en la frontera sur del país. 

También señaló casos recientes de abusos en los que se han visto involucrados elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, como la muerte de migrantes colombianos en Tecate y de otros migrantes en Chiapas.

“La participación militar en temas migratorios conlleva muchas veces el riesgo de que se use de manera excesiva y desproporcionada la fuerza letal”, advirtió.

Ausencia de la CNDH y el rol de la sociedad civil

El activista criticó la inacción de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), señalando que se encuentra alineada con el partido en el poder. En su ausencia, organizaciones civiles y comunidades de fe han asumido un papel central en la denuncia de abusos y documentación de las consecuencias de la militarización en la política migratoria.

“Son las organizaciones civiles, comunidades de fe, las que están documentando el costo humano y el dolor que generan estas políticas”, afirmó.

Aguirre también recordó que México no ha sido una ‘tierra amistosa’ para los migrantes, quienes enfrentan extorsión, violencia sexual y abuso de autoridad. Advirtió que la militarización refuerza las redes de trata de personas, exponiendo aún más a quienes transitan por el país.

Finalmente, hizo un llamado urgente a la sociedad civil, medios de comunicación y comunidades de fe para monitorear y denunciar posibles abusos.

“Es muy importante alertar preventivamente y alzar la voz. Todos los antecedentes nos indican que pueden ocurrir abusos y es crucial documentarlos”, concluyó.