Tlaxcala, Tlax.- Un hombre acusado de secuestrar a una menor fue linchado en la comunidad de San Miguel Xochitecatitla, en el municipio de Nativitas, Tlaxcala. La población, indignada, tomó justicia por propia mano y lo ejecutó de manera violenta.
El crimen y la captura
Minutos antes de las 08:00 horas, dos sujetos interceptaron a dos niñas que caminaban rumbo a su escuela primaria, ubicada en la avenida principal del pueblo. Una de ellas fue forzada a subir a una motocicleta y llevada con rumbo al municipio de Tepetitla de Lardizábal.
Su hermana alertó a un maestro, quien notificó a las autoridades y familiares. De inmediato, se activaron grupos de búsqueda con apoyo de vecinos y fuerzas de seguridad.
A las 08:30 horas, pobladores localizaron a los responsables a bordo de la motocicleta negra con franjas amarillas. La menor fue rescatada con heridas visibles, mientras que uno de los secuestradores fue capturado. El otro logró huir entre parcelas.
Linchamiento público
Un grupo de alrededor de 300 personas bloqueó los accesos a la comunidad e impidió que la policía trasladara al detenido. Acto seguido, lo llevaron a la plaza pública, donde lo atáron al Asta Bandera, lo golpearon hasta la muerte y le prendieron fuego.
Los habitantes argumentaron que su comunidad ya había advertido que haría justicia por su cuenta. Lonas colocadas en distintas partes del pueblo expresan mensajes de advertencia contra criminales.
Investigación y postura de las autoridades
El linchamiento generó una fuerte reacción del gobierno estatal, que reiteró su llamado a la población para confiar en las instituciones y evitar la violencia comunitaria.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y dar con el cómplice que escapó. Al revisar el teléfono del linchado, se encontraron fotografías de otras menores, lo que encendió las alertas entre los habitantes.
El Gobierno de Tlaxcala informó que un equipo de especialistas brinda atención psicológica, jurídica y médica a la menor afectada y su familia. La Comisión Estatal de Derechos Humanos también abrió un expediente para supervisar el caso y velar por el respeto a los derechos de las víctimas.
Este suceso ha reabierto el debate sobre la inseguridad y la justicia por propia mano en Tlaxcala. Mientras las autoridades investigan, la población expresa su hartazgo ante la falta de sanciones ejemplares para los delincuentes.
Las autoridades reiteran su compromiso con la justicia y piden que se respete el Estado de derecho para evitar nuevas tragedias.