Gobernadores del norte de México se oponen a entregar agua a EE.UU., alertan que las presas están casi vacías y la población podría quedar sin abasto.
Los gobernadores de Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua rechazaron el envío de agua a Estados Unidos, establecido por el Tratado de Aguas de 1944, al advertir que esta medida compromete el abasto para millones de mexicanos del norte del país.
El mandatario coahuilense, Manolo Jiménez, denunció una extracción extraordinaria en la presa La Amistad, lo que podría dejar sin agua a ciudades como Ciudad Acuña y Piedras Negras. Solicitó una reunión urgente con la Secretaría de Gobernación y la SADER para buscar una solución que priorice el consumo humano.
En Chihuahua, Maru Campos fue contundente: “Nadie está obligado a lo imposible. No entregaremos agua cuando enfrentamos una sequía extrema y ni siquiera podemos abastecer a nuestra gente”.
Desde Tamaulipas, el secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga, sostuvo que México aún no incurre en incumplimiento, pues el quinquenio pactado termina en octubre. Criticó que EE.UU. quiera adelantar un pago de agua sin considerar las condiciones climáticas ni los niveles críticos de almacenamiento.
La postura surge tras las recientes acusaciones de Donald Trump, quien afirmó que México “roba agua” a los agricultores de Texas y amenazó con sanciones. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum indicó que ya se entregó a EE.UU. una propuesta integral para resolver el tema.
Según datos de Conagua, las presas La Amistad y Falcón operan con niveles críticos: 13.6% y 8.3%, respectivamente. México solo ha entregado 602.7 millones de metros cúbicos de los 2,158 que debe enviar en este quinquenio.
Los gobiernos estatales exigen una mesa interinstitucional urgente con expertos, autoridades y sociedad civil para tomar decisiones hídricas justas y sostenibles.